sábado, 10 de septiembre de 2016

El caso del ex-ministro Soria


Antes de escribir este texto advierto de mi tremendo cabreo respecto al caso del nombramiento del ex-ministro Soria para ocupar un alto cargo en el Banco Mundial.  

 Me explico: lo que trasciende de todo este ruido mediático es que este tipo de nombramiento “a dedo” ocurre todos los días y en todos los niveles. Este escándalo no se entiende más que por el hecho de contar, en este momento, con un Gobierno en funciones y  la perspectiva posible de unas próximas elecciones. Se trata del ataque frontal y la búsqueda de noticias en todo aquello que se cuece en las altas esferas políticas con la intención de sacar rédito político en la contabilidad de escaños. Todos los partidos políticos buscan y escudriñan en las decisiones de los otros partidos, en la competencia, para sacar a la luz pública sus miserias.
 

 Porque es verdaderamente miserable que el PP presente como candidato al Banco Mundial a un ex- ministro con los antecedentes de José Manuel Soria. No olvidemos las declaraciones públicas ante las preguntas de los periodistas en relación a las sociedades offshore, su balbuceo incoherente, su falta de memoria  y sus descaradas mentiras.

Pero parece que estos buenos puestos y los buenos sillones se reparten entre los  amigos: Presidentes de Organismos Oficiales, Consejeros,  Asesores de Comisiones, etc. Todos ellos son cargos a los que no sé cómo se llega y para los que los simples mortales no estamos preparados jamás.
 

Me duele pensar que a pesar de vivir en una democracia, esta práctica de elección “a dedo” se sigue empleando habitualmente y con toda la naturalidad que el SISTEMA les permite.
Además de todo esto, me molesta tremendamente que los señores y señoras diputados que nos gobiernan, nos consideren absolutamente tontos y bobos, o que no les interese, en absoluto, nuestra manera de ver la realidad, o que simplemente, les resulte indiferente nuestra opinión.  Lo que me hace pensar, que ellos ocupan un cargo de espaldas a nosotros.

Porque de otra manera no es posible que se dé un nombramiento como el de Soria. Es imposible explicar cómo un presunto miembro de la corrupción  o de la evasión de capitales, es  premiado con un puestazo en el Banco Mundial.

De ahí mi cabreo, mi enfado e indignación. Porque me resisto a pensar que este mundo funcione así.

Comenta qué te ha parecido este caso o  si tu también estás indignado.

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